La salsa Alfredo se distingue por ser una de las más tradicionales para acompañar pastas de todo tipo. Originalmente su preparación era a base de mantequilla y queso parmesano además de crema de leche.
Como toda receta básica ha ido sufriendo modificaciones a través del tiempo y de ellas nacieron diferentes variantes que pueden incluir vegetales, mariscos, pollo o huevo.
Esta sabrosa salsa se hizo famosa ya que era servida en el restaurante Alfredo alla Scrofa, situado en Roma, propiedad de Alfredo di Lelio, creador de la receta en 1914.
La salsa se originó tomando como base un plato muy conocido en la época como eran los “fetuccini al burro”, preparada a base de manteca agregada tanto antes como después de colocar los fetuccini en el plato antes de servirlos, un método conocido como “doppio burro” (manteca doble). Así, la idea de Alfredo fue la de duplicar la cantidad de manteca antes de colocar los fetuccini y añadir otros ingredientes para hacerla más delicada y de textura suave.
La receta se hizo famosa y en 1938 Alfredo vendió el restaurante a Mario Mozzetti y en 1959 un importante evento religioso a celebrarse en la ciudad motivó el ofrecimiento a Alfredo di Lelio de abrir un nuevo restaurante.
Después de un gran éxito en este nuevo emprendimiento la expansión del restaurante continuó y en 1977 el hijo de di Lelio abrió un nuevo restaurante junto a Gido Bellanca al que llamaron Alfredo's situado en Nueva York, siendo el plato estrella los “Fetuccini Alfredo”.
Una larga historia que ha dado como resultado esta deliciosa Salsa Alfredo que hoy presentamos como un acompañamiento ideal para un plato de pastas o de otras preparaciones que serán enriquecidas.
