Si hay algo que nunca pasa de moda en el mundo de los postres, es el chocolate. Profundo, elegante, reconfortante… el chocolate tiene esa capacidad mágica de hablarnos al alma, de traer recuerdos, de cerrar una comida con broche de oro. Y si lo transformamos en un cremoso de chocolate, el resultado es simplemente irresistible.
Este postre, de textura suave y sedosa, es un homenaje al cacao en su máxima expresión. No es una mousse, tampoco una ganache, ni una crema pastelera. Es una mezcla perfecta entre técnica y placer, donde el chocolate se funde con la crema y el azúcar para dar vida a una cucharada intensa y delicada a la vez. Ideal para servir en copas, vasitos o incluso como base para postres más elaborados.
En Recetas Urbanas, me gusta pensar que este tipo de postres nos invita a bajar el ritmo, a disfrutar sin culpa, a saborear cada detalle. Porque lo bueno no siempre es complicado: con buenos ingredientes, paciencia y mucho mimo, podemos lograr resultados dignos de una pastelería.
Este cremoso es perfecto para una cena especial, una merienda elegante o simplemente para regalarte un momento dulce y sofisticado. Lo podés acompañar con frutas frescas, un toque de sal marina, crocante de frutos secos o dejarlo brillar solo, tal como es.
¿Estás lista para derretirte en cada bocado? Entonces seguí leyendo que te comparto el paso a paso completo.
INGREDIENTES
- - Leche 200 cc
- - Crema de leche 800 g
- - Yema 190 g (9/10 unid).
- - Cacao 15 g
- - Azúcar 180 g
- - Chocolate 400 g
PREPARACIÓN:
1. PIcar el chocolate.
2. En un bowl mezclar las yemas con el azúcar y el cacao.
3. En una olla colocar la leche y la crema. Llevar a hervor.
4. Agregar un poco de esta mezcla a las yemas, revolver. Sumar el resto.
5. Volver a llevar a fuego hasta 85 grados.
6. Por último, pasándolo por un tamiz, incorporar esto en dos veces al chocolate picado.
7. Dejar enfriar en una pirex de vidrio y con un film en contacto llevar a la heladera hasta que este frío.