Existe una técnica para hacer huevos cocidos y que la cáscara no se rompa al cocerla y que resulte sencilla de quitar una vez cocido el huevo además de obtener una yema amarilla sin color oscuro a su alrededor y que quede en el centro de la clara.
Antes de cocer el huevo es necesario retirarlo del refrigerador unos diez minutos antes ya que el calor del agua puede hacer que al sumergirlo se agriete la cáscara y se roma con facilidad.
El recipiente que utilizaremos para cocer un huevo o más unidades debe no solo contener el alimento de forma cómoda sino que el agua debe ser suficiente y cubrirlo/s totalmente.
Por otra parte, antes de comenzar la cocción añadir al agua una cucharadita de sal para facilitar el trabajo a la hora de retirar la cáscara.
Para conseguir que la yema quede en el centro del huevo éste deberá introducirse en el agua ya caliente y no fría como solemos hacer, girándolos con cuidado con la ayuda de una espátula cuando se inicia la cocción.
Con relación al tiempo de cocción del huevo duro existen dos opciones, si el huevo se introduce en agua fría la cocción será de diez minutos y si se utiliza agua caliente el tiempo de cocción se extenderá por doce minutos, bajando un poco el fuego para mantener el punto de ebullición del agua.
Si sobrepasa ese tiempo la yema tiende a ponerse de color verde en la zona de la yema y no es conveniente ni saludable consumirlo así.
Una vez terminada la cocción se sumergirá el huevo en agua fría y mejor aún si agregamos unos cubitos de hielo ya que evitaremos que la cáscara se pegue. Una vez fríos se procede a quitar la cáscara y listo, obtendremos un huevo cocido perfecto.
