Conoce los beneficios nutritivos del Amaranto


Conocido como un psuedo-cereal junto con el trigo sarraceno y la quinoa, el amaranto se presenta en forma de semillas que contienen proteínas fácilmente asimilables, además de ser ricas en aminoácidos esenciales y muy sencilla de cocinar.


El amaranto puede también ingerirse crudo conservando así todas sus vitaminas y minerales siendo recomendable hidratar las semillas sobre todo si van a ser consumidas por personas con sensibilidad intestinal, ya que con ello se eliminan los taninos, el ácido fítico, los polifenoles y lecitinas que pueden causar mayor sensibilidad.

Las semillas de amaranto son de color beige aunque también existe una variedad de tono púrpura oscuro pero el que habitualmente se encuentra en las casas de dietética y productos naturales es de color amarillo suave.

El sabor de las semillas de amaranto es muy similar al maíz y en la cocina ofrece numerosas opciones para preparar recetas de platos dulces y salados, desde galletas hasta pastas, flanes y panes, mientras que en el desayuno puede reemplazarse una parte del cereal habitual que se consume por amaranto, siendo también ideal para reemplazar la sémola de trigo y preparar cuscus.

Antes de utilizarlo en platos con cocción es necesario remojar las semillas de amaranto por varias horas y si se va a consumir en reemplazo de una porción de arroz debe cocinarse con el doble de volumen de agua durante 20 minutos, siendo también especial para añadir a la sopa, ensaladas o como guarnición de alguna carne al horno.

El amaranto es además una importante fuente de nutrición con alto contenido de fibra y lisina, un aminoácido que solo está presente en pocos alimentos, además de aportar calcio al organismo, su semillas tienen un alto valor nutritivo y pueden ser utilizadas en recetas para diabéticos y celíacos ya que tienen un bajo índice glucémico porque carecen de gluten.