En la cocina italiana, la receta más conocida elaborada con estos bizcochos es el Tiramisú, los denominan Savoiardi o Biscotto savoiardo, en honor a su origen, cuentan que se remonta a finales del siglo XV, y que fueron creados en la corte de los duques de Saboya cuando recibieron la visita del rey de Francia.
El país galo también tiene todo un clásico en repostería elaborado con biscuits à la cullière, la Carlota o Charlotte, una deliciosa tarta fría o semicongelada que se elabora con nata montada o algún tipo de mousse y fruta natural, y se rodea con los apreciados bizcochos. Aunque la creatividad culinaria actual nos permite ver también charlotas que se elaboran con otro tipo de galletas o bizcochos.
Por si aún así no conocés este dulce repostero, se trata de una especie de galleta cuya forma ya la ves, es alargada y con los extremos redondeados. Son como bizcochitos porque son esponjosos, tiernos a la vez que algo secos, por eso son ideales para empaparlos con café en el tiramisú, para sostener la cremosidad de la charlota, para mojar en el chocolate a la taza, en el café o en un vaso de leche, y como también comentábamos, en un vino espumoso. Las Vainillas se encuentran en cualquier supermercado, pero hacerlas en casa es muy fácil, puede que no tengan una forma tan perfecta la primera vez que se elaboran, pero eso es lo de menos, la artesanía hace que cada pieza sea única.
Te comparto la receta muy rica!
Nombre Original de la Receta:Vainillas
Ingrediente principal:
Ingredientes:
4 huevos
100 gr. de azúcar
100 gr. de harina
aroma de vainilla
azúcar para espolvorear
Procedimiento:
Separamos primeramente con cuidado las claras de las yemas. En un recipiente montamos las claras con 20 gramos de azúcar. Aparte, batimos enérgicamente las yemas con el resto del azúcar hasta que se blanqueen.
Mientras tanto, a su vez el horno a 160-170 ° y la mantequilla y la línea de una bandeja para hornear con papel pergamino.
Ahora mezclamos la harina con la vainilla y la mezclamos bien con las yemas de huevo hasta eliminar todos los grumos. Es el momento de incorporar a la masa las claras de huevo. Para evitar desmontarlas vamos agregándolas poco a poco y diluyéndolas con unas varillas mediante movimientos envolventes.
Metemos esta masa en una manga pastelera y vamos haciendo palitos bien separados unos de otros sobre una bandeja forrada con papel de hornear antiadherente. Ahora espolvoreamos con azúcar los bizcochos. Metemos en el horno precalentado a unos 165 grados durante unos 20 minutos. Pasado el tiempo, abrimos el horno y dejamos reposar los savoiardi unos 5 minutos para que se sequen.
Antes de servirlos, es necesario dejarlos enfriar y secar áun más para que se endurezcan.