El caramelo no es más que azúcar quemado, un azúcar fundido al que se le añade agua para diluirlo y que irá desapareciendo con la cocción. Lo más importante que debes saber es que una vez que pongas tu azúcar al fuego no deberás tocarlo con nada…
Recomendaciones básicas que te van a servir mucho!
- No toques el caramelo en tu tartera con nada, ni remuevas con una cuchara, ni con un palito de madera… con NADA. Si lo haces, puedes bloquear ese azúcar y que se forme una costra, ¿ya te ha pasado? pues ya sabes que es.
- Lo has tocado y se ha bloqueado, podemos arreglarlo. Añade un poco más de agua para que el azúcar se diluya y vuelve a repetir la operación, esta vez no metas nada dentro de la tartera.
- Ojo con la temperatura del caramelo, la temperatura del azúcar sube mucho más que cualquier otra y las quemaduras pueden ser profundas, así que jamás dejes un cazo con agua y azúcar al fuego y por supuesto si no quieres tener un disgusto, nunca te marches de la cocina sin haberlo acabado y con los fuegos apagados. JAMÁS.
- Vierte tu mezcla en un molde (mejor metálico que es donde se adhiere bien) y espera un poco a que enfrie antes de verter la mezcla de tu receta.
- No frotes la tartera con una nanas ni nada parecido si se ha pegado el caramelo, solo tienes que agregar agua, calentarla un poco y listo. Se irá por el fregadero.
- No es aconsejable usar caramelo en moldes de silicona (a no ser que estos sean muy viejos) porque el caramelo no se pega y al final acabo flotando en la silicona.
Nombre Original de la Receta:Caramelo liquido
Ingrediente principal: Azucar
Ingredientes:
150 gr de azúcar blanca
50 gr de agua
Procedimiento:
Coloca en el cazo el agua y el azúcar y remueve para que se mezclen antes de ponerlo a hervir (luego no podrás tocarlo). Se formará una espumita blanca, cada vez las burbujas serán más grandes hasta que ya empiece a coger color y se tueste el azúcar.
Ojo! una vez que empieza a tostarse va muy rápido. Apártalo del fuego, recuerda que las tarteras con el difusor de calor aguantan la temperatura y lo seguirán tostando. Ten cuidado con quemarte. Una vez apartado del fuego ya puedes mover el cazo y verterlo en el molde de metal que hayas elegido.