COMIDAS TÍPICAS DEL BUENOS AIRES DE 1810

Es interesante conocer los gustos gastronómicos de los pueblos a través del paso del tiempo ya que éstos muestran el perfil de una sociedad en un período de la historia ya sea de un país o de una ciudad.

Cercanos una nueva conmemoración del 25 de Mayo resulta simpático hacer una retrospectiva hacia ese 1810 una época que a través de los gustos culinarios de los rioplatenses muestran un perfil de la sociedad por aquellos tiempos.

Los argentinos se han caracterizado siempre por gustar de la buena mesa y esto puede verse reflejado ya en el siglo XIX y las comidas preferidas por los criollos y la alta sociedad de Buenos Aires.


Mientras se discutía la necesidad de establecer autoridades nacionales y desplazar el reinado de España en Buenos Aires la población continuaba con su vida y costumbres que ya para esa época tenían marcada influencia de la gastronomía española con recetas originarias de la cultura indígena y también africana que llegaba a través de los esclavos venidos de África.

Por el 1800 las comidas preferidas por los criollos era las sopas sobre todo la preparada con arroz, además del puchero, los guisos, el asado y el clásico matambre, sin olvidar las empanadas de carne o de humita. El locro, las empanadas y la típica carbonada eran algunos de los platos más consumidos tanto por las clases más bajas como por la alta sociedad porteña.

En el caso de la carbonada a pesar de ser una comida de la época colonial no se relaciona directamente con la cultura del Río de la Plata ya que se trata de una receta originaria de la cocina belga, siendo un guiso servido dentro de un gran zapallo que lleva entre sus ingredientes maíz.

En cuanto a los dulces más tradicionales de esa época se destacan la natilla, de origen español, el arroz con leche, la famosa mazamorra ofrecida en las calles de la ciudad por vendedores ambulantes y también los clásicos alfajores y el dulce de leche.