PETIT-FOUR UNA DELICIA CON MUCHA HISTORIA

La historia de gran cantidad de recetas nos permite conocer un poco más acerca del lugar, cultura o ámbito en el que tuvieron origen, algo que también forma parte de la gastronomía.


Por ello, hoy me ha parecido interesante hablar sobre el origen de los Petit-Four, esas pequeñas delicias dulces que son toda una delicadeza para acompañar el café y cuyo nombre nos remonta al siglo XVIII época en que estos dulces debían cocinarse en hornos de barro pero con una temperatura sumamente baja, de allí petit-four que significa "horno pequeño", es decir, con el horno prácticamente apagado.

En el pasado se consideraba  petit-four los bombones, mazapanes, frutas confitadas y peladillas, muy de moda durante el Renacimiento, apareciendo posteriormente otras variantes y pequeñas obras de arte culinario en miniatura.

En la actualidad pueden distinguirse varias categoría de estos dulces que van desde los frescos,blandos, secos, salados y dulces. Se trata de pequeños pasteles que se asemejan a sus originales más grandes y pueden prepararse con diferentes pastas como desde bizcochuelo hasta mazapán, cubiertas de glaseados distintos.

Los petit four más sencillos de preparar son aquellos que llevan como base bizcochuelos esponjosos rellenos con cremas, dulces y previamente rociados con almíbar o ron.

También existen los de mazapán con una almendra o avellana en el centro sin olvidar la nueva tendencia de los petit-fours salados hechos a base de masa de hojaldre cubiertos de foie gras, jamón o salmón. Y por último, los petit-four secos preparados a base de galletas secas como las tradicionales lenguas de gato o macarrons que acompañan postres y cremas heladas.

Son ideales para acompañar una taza de café con la condición que sean piezas pequeñas y delicadas y hoy la tendencia de la repostería moderna marca como imprescindibles las cremas y mousses para formar pequeños mini postres.

Estas pequeñas delicias de la repostería francesa se distinguen no solo por sus formas sino también por sus sabores de almendras tostadas, miel, frutos del bosque, mermeladas y cremas variadas desde de las preparadas con una base de manteca hasta la clásica crema chantilly a su vez saborizadas con esencias de vainilla, naranja, almendras o chocolate.

A pesar de su pequeño tamaño la decoración y el diseño están presentes en estas pequeñas delicias ya que los petit fours son algo más que un bocado y representan una verdadera obra de arte de la culinaria.