Brócoli, propiedades nutricionales y secretos de cocina

El brócoli también conocido como brécol es un vegetal utilizado desde hace mucho tiempo en numeroso lugares del mundo y relativamente nuevo en otras cocinas en las que se ha instalado gracias a sus propiedades nutricionales y gastronómicas.


Su sabor más suave que el de la coliflor sumada a una textura crujiente lo hace el ingrediente ideal para diversas recetas de cocina, sin dejar de destacar sus propiedades nutricionales ya que aporta al organismo vitaminas y minerales.

El brócoli ya era popular en la culinaria de la Antigua Roma, siendo considerada como una verdura excelente originaria de la zona del Mediterráneo, se trata de una variedad de las denominadas “coles” a las que se interrumpe en su etapa de desarrollo cuando brinda las flores haciendo que éstas no crezcan y se acumulen brindado los característicos ramitos que destacan a esta hortaliza.

Existen muchas variedades de brócoli pero la más popular es la italiana de tallos gruesos y flores de 10 a 15 centímetros y otras más pequeñas. Rico en hierro, calcio y vitamina C, el brócoli tiene además tanta vitamina A como la zanahoria, con la ventaja de su bajo aporte calórico siendo por lo tanto un ingrediente perfecto para añadir a una dieta para bajar de peso.

Antes de comprar brócolis es necesario ver que sus hojas estén frescas y los tallos duros y los ramilletes que parecen flores se encuentren bien apretados y de color verde brillante, mientras que para una buena conservación en la heladera deberá envolverse en plástico, pero si quiere congelarse solo pueden cortarse los ramilletes, pasarlos por agua hirviendo 3 minutos y una vez fríos proceder a congelarlos.

El brócoli se prepara generalmente cortando los ramilletes para cocerlos al vapor o en agua hirviendo con un poco de sal pero no más de 8 minutos. Siempre deben cocinarse en una cacerola sin tapa y no dejarlos pasar de cocción para que mantengan su color verde intenso y una textura al dente.

Con el brócoli también pueden prepararse sopas, cremas, saltearlos con un poco de aceite y servirlos como guarnición de platos de carne, combinando muy bien con salsa bechamel y queso parmesano para después gratinarlo, sin olvidar que pueden hacerse con esta verdura deliciosas tartas y quiches.