Componente principal y fundamental de la famosa “dieta mediterránea”, el aceite de oliva posee no solo excelentes propiedades para la salud sino que también suele utilizarse en productos de belleza naturales.
El aceite de oliva ya era utilizado por los griegos y egipcios siendo una de las grasas vegetales más antiguas extraído de las olivas de las que existen numerosas variedades que le confieren atributos y características distintivas a este producto.
A pesar de que existen distintos tipos de aceite de oliva, dependiendo del proceso de elaboración utilizado, el extra virgen es el más puro porque se extrae a través de un prensado en frío manteniendo así intactas las características del producto.
Entre los múltiples beneficios que ofrece el consumo habitual de aceite de oliva se destacan el control del colesterol malo, el aporte al organismo de antioxidantes, importantes para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y ayudando a reducir la hipertensión gracias a su aporte de polifenoles y ácido oleico.
El uso frecuente del aceite de oliva en la cocina ayuda también a mejorar la digestión ya que actúa como protector frente al exceso de ácidos del estómago, además de ayudar a la absorción del calcio y magnesio y estimulando la secreción de bilis que ayuda a evitar las digestiones lentas.
El consumo de aceite de oliva debe hacerse de forma moderada sobre todo por su alto contenido calórico y siempre tener en cuenta que después de un año de envasado este producto comienza a perder sus excelentes sustancias nutritivas.
El aceite de oliva, sobre todo el extra virgen es ideal para freír alimentos, pero también puede utilizarse como condimento para ensaladas o la preparación de salsa como la tradicional “alioli”y también para rehogar vegetales.
Tradicionalmente las comidas fritas eran preparadas con aceites como el de girasol, en tanto que el de oliva solo se reservaba para ensaladas, sin embargo el uso de este producto es cada vez más habitual para cocinar alimentos fritos no solo por ser más sabroso y aromático sino porque es más sano.
Una fritura preparada con aceite de oliva virgen resultará liviana y no agredirá el estómago asegurando una digestión correcta, utilizando siempre un recipiente de tamaño adecuado de acuerdo al alimento a cocinar y optando por el de menor diámetro para que contenga la mayor cantidad de aceite en menor superficie permitiendo que la menor cantidad utilizada se encuentre en contacto con el aire y no se oxide.
