Es frecuente que en los restaurantes los platos vengan decorados con una elegante reducción de vino tinto,
que además de color, aporta un sabor maravilloso. Y aunque no es
simplemente vino que se cocina hasta que se evapora buena parte (aunque
es en ocasiones ese el atajo válido que muchos toman), se trata de una preparación muy sencilla, que incluso se puede hacer para postres o helados, si se incorpora azúcar en la ecuación.
El consumo moderado del vino, sobre todo del tinto, cuenta con múltiples ventajas para la salud del ser humano; ayuda a contrarrestar diversas enfermedades (especialmente las del corazón) y a mantener el cuerpo relajado, con una actitud positiva.
No hay que olvidar que todos los vinos tienen sus ventajas si se toman responsablemente; sus efectos benéficos pueden ser físicos y psicológicos, es decir, una copa puede relajar a las personas tras un día estresado y al mismo tiempo favorece su digestión en las comidas.
Por eso decidí compartirles esta receta que viene bien para decorar cualquier plato.
Nombre Original de la Receta :Reducción de vino tinto
Ingrediente principal: Vino tinto
Ingredientes:
1 taza de vino tinto
1 cucharada de mantequilla
Pizca de sal
Pizca de azúcar (si se quiere dulce, una cucharada de azúcar)
Pizca de pimienta
1/2 taza de caldo
Procedimiento:
Mezclar el vino, el caldo y los condimentos, y cocinar en un sartén a fuego medio.
Cuando esté caliente, agregar la mantequilla y remover.
Seguir cocinando hasta que alcance entre un tercio a la mitad del
volúmen inicial (dependiendo de qué tan líquida la desees), y
finalmente, retirar y servir, ya sea como decoración, salsa, sirope o de
la forma que la creatividad de cada quien motive.
Presentación:
