El
turrón de mazapán es unos de los dulces más tradicionales de la Navidad y con una antigua historia que no lleva hasta el siglo XV cuando se preparaba de forma artesanal, comenzando a partir del siglo XVIII su producción más industrial.
En el pasado toda la familia participaba en la preparación del turrón de mazapán, un artesanal trabajo que comenzaba con el procedimiento para cascar las almendras, escaldarlas en agua hirviendo quitándoles la piel y colocándola sobre grandes lienzos en lugares aireados y secos durante varios días para secarlas.
Después vendría el tostado de las almendras y por fin la elaboración de la pasta a base de miel, azúcar que colocadas en un recipiente de cobre se derretían añadiendo las claras de huevo y por último las almendras, obteniéndose el turrón duro.
Para el turrón blando de mazapán el procedimiento era dejar enfriar la masa encima de una mesa hasta que se endurecía, luego se molía hasta lograr una pasta muy fina que se volvía a poner en calderos de cobre cociendo la preparación que se dejaba enfriar puesta en cajones forrados.
Hoy prepararemos la base del turrón de mazapán muy sencilla de elaborar y deliciosa a la hora de saborearlo.
Con esta receta se obtienen unos dos kilos de turrón de mazapán blando.
